- Raul Merchan
- Posts
- Cuando decidí parar (aunque no podía permitírmelo)
Cuando decidí parar (aunque no podía permitírmelo)
A veces, lo más difícil no es avanzar... es detenerse a tiempo.
Qué raro el asunto de este correo, ¿verdad?
Porque todo lo que nos han dicho como emprendedores es que hay que avanzar, empujar, trabajar más horas y no detenerse nunca.
Pero la realidad es que hubo un momento en mi negocio en el que seguir avanzando así solo me estaba hundiendo más.
Facturaba, sí. Tenía clientes, sí. Pero no había estructura. No había procesos. Y cada nuevo proyecto era un nuevo fuego que apagar.
Durante un tiempo pensé que la solución era echar más horas. Trabajar más duro. Estar encima de todo.
Pero entendí que eso no era la salida. Porque un negocio sin cimientos, por mucho esfuerzo que pongas encima, acaba derrumbándose tarde o temprano.
Y fue en ese punto cuando tomé una decisión incómoda: parar. Parar para ordenar. Parar para crear bases reales. Parar para dejar de improvisar y empezar a construir un negocio que pudiera sostenerse en el tiempo.
Fue difícil, porque sentía que no podía permitírmelo. Pero también fue una de las decisiones más importantes. Porque desde ahí empecé a crecer de forma real, con claridad, con procesos y con un sistema que no dependía solo de mí.
Eso mismo es lo que trabajamos dentro de la consultoría personalizada:
cómo estructurar una agencia para que no dependa de tu tiempo, para que no vivas apagando fuegos, y para que puedas crecer con estabilidad de verdad.
Si estás en ese punto, aquí puedes ver cómo lo hacemos:
Un abrazo,
Raul